La entrada de hoy está dedicada a un subgénero del musical, el "dancical", que tan de moda se puso en los años 80. Desde la llegada de Flashdance, Footloose, o Dirty Dancing, el musical cinematográfico ha parecido sobrevivir gracias a este subgénero en el que el principal foco de interés ya no son las canciones, si no los bailes. Muchos todavía catalogan estas películas como musicales propiamente dichos, pero sería incorrecto clasificar de la misma manera películas como Step Up y Hairspray (por coger dos de los ejemplos más recientes que nos ha dado el cine).
Y aquí un ejemplo de los más conocidos, tal vez...
La escena final de Flashdance (1983), donde la Irene Cara baila al ritmo de "What a Feeling":
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